martes, junio 19, 2007

José Guadalupe Posada


Nacido en México en el año de 1852, José Guadalupe Posada, fue un destacado litógrafo y grabador cuya trascendencia e impacto aún repercute en la historia de nuestro país.

La producción de Posada alcanzó su momento cumbre en un contexto muy particular: un México que sobrevivía al porfiriato en condiciones políticas temibles y un panorama social desolador. En un lugar donde el 80 por ciento de la población era analfabeta, Posada a través de sus grabados logró cautivar al pueblo mexicano ofreciéndole una posición política, una perspectiva de los sucesos trascendentes, es decir, una visión de vida.

Con una técnica excepcional, las imágenes de Guadalupe Posada lo mismo ridiculizan a don Porfirio que exhiben las andanzas de Zapata; de igual forma dan cuenta de una visión muy particular de las prácticas de la sociedad nacional tales como la celebración del día de muertos o la semana santa.

El alcance del trabajo de este grabador mexicano ha repercutido en distintos ámbitos; en su momento constituyó un referente destacado del periodismo, para con el tiempo ganar reconocimiento tanto por su técnica, estilo y propuesta temática introduciéndolo de esta manera en los círculos del arte nacional e internacional.

Los grabados de Guadalupe Posada son la voz de un pueblo que deseaba ser escuchado; un recurso divertido en el que la sociedad enfrentaba su propia cotidianidad; un retrato donde el pueblo era el principal actor, donde los demonios cobran vida para denunciar los crímenes más atroces y la fantasía hace las veces de herramienta que concede una realidad más humana y digerible.

Y qué decir de las emociones que aviva su propuesta. Al estar frente a sus grabados, las inquietudes atacan una tras otra, a tal grado que resulta difícil para las palabras detallar la experiencia, tal como si un patriotismo exacerbado nos tomara por completo haciéndonos sentir un orgullo inmenso por pertenecer a la nación ahí retratada.

El museo dedicado a este grabador se ubica en la ciudad de Aguascalientes.

Texto e imagen por Carlos Alberto Ruiz