miércoles, noviembre 22, 2006

The Tormentors Tour I


Algo de lo que más me asombra de la condición humana, es la capacidad de percibir distintas emociones, sentimientos que aparecen y nos permiten experimentar diferentes estados de ánimo. Eso me asombra y me deleita, más cuando tal reacción es consecuencia de una película, una canción, una fotografía, una novela, una pintura, una charla, o un concierto… ¿Y a qué viene esto?

La semana anterior me convertí en una licuadora emocional que vivió nostalgia, alegría, satisfacción, felicidad, excitación, euforia, pasión entre otras muchas cosas. Todo esto claro, resultado de presenciar dos de los tres conciertos que ofreció Steven Patrick Morrissey en nuestro país – me refiero a las fechas de Guadalajara y Ciudad de México-. El primer recital, arrancó con William, It Was Really Nothing, bajo un sonido impecable, con un Morrissey entero que me demostraba que no era alocado imaginar el oir alguna vez aquella canción en vivo. Una grata sorpresa iniciar así, con la cabeza vuelta hacia recuerdos de la universidad y todo lo que ello involucra. Y claro, la noche no sólo sería eso, me traería además al presente, al pasado inmediato y me ofrecería la satisfacción personal de encontrarme de frente con un poeta pronunciando sus propias emociones para transformar la conciencia y sentimientos de los otros.

Sin embrago, muchas veces la emoción particular depende de la colectiva, que esta vez no fue tan intensa debido al clima del público tapatío, muy pasivo, con nula interacción y con la mínima intención de asombro. Por mi parte, deje que mis pensamiento se fueran en ese presente con fondos como In The Future When All's Well, de dinamismo maniaco; Disappointed, la canción que más agradecí esa noche; Let Me Kiss You, con una intensidad frenética y de romanticismo brutal que me hizo odiarme por no estar enamorado; Girlfriend In A Coma, que me arrancó una felicidad infinita al observar a un Moz radiante de saberse detonador de emociones; How Soon Is Now?, que me demostró que una rola que no puede ser tu favorita en estudio, puede serlo en su versión en vivo.

Toda una vorágine de imágenes evocadas que compartía en mi cabeza con la que el escenario me ofrecía. Fui llevado de sorpresa en sorpresa y también, por qué no, hacia el recuerdo del set list compartido con anterioridad y dar gracias de que fue únicamente en el blog y no en Las Vegas, ya que de lo contrario, lo hubiese perdido todo, puesto que sólo acerté a cinco canciones, y no me atrevo a decir desafortunadamente, porque disfrute lo que escuché y algunas de esas complacencias jamás las hubiese anotado por considerarlas más descabelladas que las que registré.
Salí del sitio flotando, vagando de madrugada en una ciudad que no conocía y hoy día aún desconozco, con la única intención de repetir la experiencia…

Muchas gracias a mi amiga Silvia Morales, quien se ofreció a llevarme al aeropuerto, esos detalles se agradecen desde la médula – de verdad Sil, me acordé de ti cuando sonó First Of The Gang To Die, tal cual fue la promesa-.
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Por Carlos Alberto Ruiz

3 comentarios:

Anónimo dijo...

haha..It's good you had a lot of fun in the concert..lol..and...I know your little secret.!!!! hehehe...one big mouth told me! lol

Anónimo dijo...

Me reserve escribirte en las demas publicaciones y cuando supe lo de Morrisey, quise esperarme. Creo que lo que mas puede gustarme es la entrada es buenisima!!! Me agrada el estilo que tienes para escribir, ya que en lo personal transmites lo que plasmas ahi. Espero el de Mexico. Y bueno pues Karlos eres muy emocional. Y aqui creo ahi lo demuestras un poco.

Anónimo dijo...

Como esta mi tio?????? No me imaginaba que escribieras tan bien, pues ya publica un libro y me escribes una dedicatoria! felicidades por este trabajo, en serio me agradó, pero por que tenía que ser de Morrisey? jajajaja!!!! no es cierto esta muy bien tio chetes!!! cuidese mucho y nos estamos viendo.

PD: escirbe algo del salón 21 no? como ves?

besos!!!!!!!