martes, diciembre 18, 2007

Memorias de Vanguardia

La imagen que se juzga desde los parámetros de lo artístico enfrenta una estimación que involucra no únicamente a la estética; el fondo, en este caso juega un papel importante, ya que el argumento que envuelve al retrato puede incluso trasmitir cantidades de información invaluable. No obstante, como toda obra cuya percepción y acogimiento obedece totalmente a lo subjetivo, la consideración difícilmente es coincidente. Pese a ello, existen proyectos, que como consecuencia de su totalidad, son capaces de alcanzar comentarios positivos y unánimes de la crítica, prensa y público.

Un ejemplo claro de esta circunstancia es el que ha suscitado el trabajo del fotógrafo mexicano Agustín Jiménez, que ha treinta y tres años de su muerte, es traído al frente bajo una estimación unísona, sostenida de reconocimiento y de total intención por mantenerlo como uno de los cimientos de la historia de la fotografía en nuestro país, siendo pieza clave de la generación de la vanguardia.

La obra de Agustín Jiménez, se estructura de gran vastedad y diversidad temática. Parte de sus primeros trabajos registran su paso por la Academia de San Carlos, sitio en el que fungió como profesor, siendo la práctica docente un elemento decisivo en su camino hacia lo conceptual.

La década de los treinta fue sin duda uno de los periodos más ricos del artista, ya que es durante este tiempo que Jiménez incursiona en la publicidad y en diferentes proyectos editoriales; sin embargo, a raíz de su amistad con el director ruso, Sergei Eisentein, Jiménez decide irrumpir en la industria cinematográfica, dando de este modo, una continuidad congruente a su visión de la esencia de la sociedad mexicana.

El trabajo visual de Agustín Jiménez reestructura las formas de los objetos comunes, reinterpretando de esta manera los entornos al entregarles un sentido distinto, e incluso sugiriendo formas novedosas en juegos que se apoderan de lo popular, prehispánico y nacional.

Y todo esto puede ser presenciado en: Agustín Jiménez: memorias de vanguardia, muestra que el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México ha conformado en torno al fotógrafo, que bajo la curaduría de José Antonio Rodríguez, compila ochenta trabajos del artista, creando un pasaje visual e histórico trascendente, con el soporte de incitar hacia el encuentro de la identidad y la proyección de los cimientos de la imagen moderna en México.


Por Carlos Alberto Ruiz

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Carlos!

Tiene mucho que no entraba a tu blog, así que no me enteré a tiempo de la esposición de este artista que reseñas con tanto interés. Ese es el castigo divino por mi culegue. Sin embargo, te paso un tip: ojalá puedas reseñar la obra del museo nómada. Ya sé los peros que le vas a poner, puedo imaginarlos lo juro. pero creo que sería importante si nos informas con más detalle sobre el fotógrafo y su obra. Yo ya la ví y me pareció muy bella, si mi opinión cero autorizada vale de algo.
Un abrazo.
Fabiana.

Anónimo dijo...

Fé de errata:

Releí tarde mi comentario anterior. No me fusiles en el paredón, fue un error de dedo: exposición va con x.
Saludos
Fabiana