jueves, diciembre 27, 2007

El Cascanueces
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Los festejos con el pretexto de la navidad son tan incluyentes que la celebración ha alcanzado una diversificación considerable. Y el motivo aquí no es la discusión acerca de las razones espirituales o comerciales de la nochebuena, sino destacar que dicho periodo aguarda opciones tan esperadas que en otros épocas del año no tienen cabida. Una de ellas es el ballet de El Cascanueces.

La historia que presenta este espectáculo se basa en el cuento del alemán Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, en cuya historia, una niña de nombre Clara recibe como regalo de nochebuena un cascanueces, juguete que además de cautivarla es capaz de llevarla hacia mundos fascinantes a través de la imaginación. Por supuesto, al ser la navidad el tiempo que ocupa la historia esta época se convierte en la excusa perfecta para cobijar tal ballet.

Con música de Piotr I. Chaikovsky, El Cascanueces vio los escenarios por primera vez en Rusia en el invierno de 1892, asombrando con una coreografía admirable y un relato conmovedor; y más asombroso es, que a ciento quince años de su estreno este espectáculo siga cautivando mientras otenta el titulo del ballet más representado en el mundo.

En nuestro país, durante veintisiete años la Compañía Nacional de Danza ha realizado consecutivamente la temporada de El Cascanueces, presentándose en esta ocasión como en años anteriores, en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México, con una producción considerable acompañada por la música de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, esta obra dotada con la presencia de talentosos primeros bailarines y solistas conforma una de las piezas destacadas de la compañía.

Sin embargo, lo significativo de este espectáculo es la posibilidad que ofrece de integrarnos a la fantasía, dado que nos aleja de intenciones dramáticas para encaminarnos hacia la candidez. Eso se agradece mucho, más cuando la intensidad marca generalmente nuestros actos, y es quizás ahora, cuando la navidad y el fin de año atacan, que la presencia de El Cascanueces constituye una tregua invaluable, que por momentos nos reconcilia con la inocencia mientras con su camino a la imaginación a través del movimiento suaviza notablemente toda la nostalgia que pueden significar los balances por el año que está por terminar.


Por Carlos Alberto Ruiz

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que buena foto!!!

El cascanueces es uno de mis cuentos favoritos desde que era pequeña. El mundo de la fantasía, donde el amor y la justicia siempre triunfan es el cuento preferido de todas las niñas, las hace imaginar historia donde ellas mimas son las protagonistas, los diversos romances inocentes que crean en su mundo y que muchas veces los padres oprimen para hacerlas vivir en un mundo real, donde las cosas no son así…
Volver a escuchar sobre este cuento hace reavivar aquellas emociones y sueños, que conforme pasan los años se van perdiendo.

Gracias por esta hermosa publicación que en lo personal me hizo revivir mi infancia.


Susana

CHispiTA dijo...

y por qué no me invitaste?????

CHispiTA dijo...

amo la danza clásica y he visto esa puesta una y mil veces y jamás termina de sorprenderme!!! :S