martes, enero 30, 2007

I got power like Tony Blair
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Una de mis bandas favoritas en vivo es Plastilina Mosh. Me gusta la potencia, el dinamismo y la interacción que crean en sus presentaciones, y claro, su música como tal me parece que mezcla tantos géneros y ritmos que forma algo con cierta identidad y esencia que es muy único, muy Plastilina.

Hace unos días pude verlos nuevamente en una presentación de lo más extraña. Extraña en muchos sentidos. El evento tuvo lugar en el Séptimo Piso, un sitio que se encuentra en la azotea de un viejo edificio que alguna vez fuese una área de práctica de tiros de golf; y quizás sea ésta, su condición de espacio abierto, la que lo nutre de cierta extrañeza, entorpecimiento y lo deja indefenso ante las contingencias climatológicas, como esta vez, que una lluvia persistente no dio tregua en toda la madrugada.

El espectáculo incluía cinco bandas, sin embargo, mi arribo ocurrió pasada la media noche, casi cuando arrancaba Maria Daniela y su Sonido Lasser. ¡Maria Daniela!, me parece que es tan mala, tan mala, que por tal es buena. Una voz horrenda, sin el menor sentido de la entonación, sampleos como sacados de un teclado Casio, pero que al menos a mí al mirarlos en vivo me despoja de todo reproche y si no gusto, al menos me provoca diversión; además, nos parezca o no, este dueto es ya un referente del movimiento de esta generación.

Pero bien, llegó Mr. P. Mosh, con toda la intención de reventarnos de entusiasmo y sacar a flote la adrenalina del personal. Pero un aire demoledor, el cansancio de los que se encontraban ahí desde las nueve y unas gotas tupidas y persistentes obstaculizaron los buenos deseos de todos. La banda presentando casi todas las canciones del Tasty con algunos covers que nada más no cuajaron y sí construyeron un espectáculo desangelado. Y no fue por el grupo, no fue por la gente ¡carajo!, fue por el jodido clima y la lluvia que nada más no paró.

O tal vez fui yo. Hace algunos meses cuando compré el Tasty pasaba por un momento difícil, y recuerdo que para no pensar en ello repetía una y otra vez Millionare con el fin de acallar con la festividad de la rola los pensamientos ásperos. Pasaron algunas semanas, me olvidé de la rola y se esfumó ese asunto. Sin embargo, días antes de este concierto, para ir calentando motores subí de nuevo a mi reproductor el álbum y al escuchar Millionare ¡sorpresa!, la rola ya no me provocaba la alegría que solía darme, me regresó de vuelta a los pensamientos de aquello punzante que ella misma había ayudado a restablecer. Qué irónico, el antídoto se quedó guardando por siempre a la enfermedad…
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Por Carlos Alberto Ruiz

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Las gotas no frenaron la buena bailada, y los brazos se calentaron escuchando Niño Bomba, fue un buen sonido aun que me quede con las ganas de Monster Truck

Runna runna runa na-na-na
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xxx

David Hernàndez dijo...

En lo personal me parece, que quiza hubo muchos factores los cuales no te dejaron disfrutar el concierto, pero no sera mas bien que el supuesto antidoto, fue lo que te arruino tú noche, ya que volvieron los pensamientos asperos nuevamente, por que cuantas veces disfrutamos las cosas a pesar de la lluvia o apesar de la gente que nos rodea,solo espero que pronto encuentres, no tan solo un antidoto si no mas bien la cura y disfrutes nuevamente todo lo que hagas...

Anónimo dijo...

Presencie el mismo concierto que mencionas en el septimo piso,sin embargo alguna vez habia asistido a un concierto de ellos y de igual forma fue en un lugar abierto y tambien existia una ligera lluvia y aquella vez eso no fue motivo de no haber disfrutado la noche al contrario creo que fue de lo mejor!!! Aveces es uno mismo y los recurdos lo que hacen que pese a las circunstancia del medio ambiente no exista esa chispa que alguna vez causo un grupo, una cancion ,etc. Algo similar me sucedio esa noche.

Anónimo dijo...

La tocada fue todo menos lo que se esperaba, pero hay algo de cierto en esta bizarra oportunidad; seguramente no volveremos a ver un toquin como este y eso es digno de recordar.

La lluvia no detuvo la calidad del sintetizador y la mezcla que hubo entre músicos y sus instrumentos.

Anónimo dijo...

Hola, me agrada tu tolerancia hacia esta fecha y considero que tienes razón al decir que cada quien tiene el derecho de gastar su dinero y sus afectos como y cuando quiera.