martes, diciembre 19, 2006

Lars Von Trier
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Lars Von Trier, representa a uno de los contados directores cinematográficos cuyo sentido de la trasgresión y provocación, va más allá de un guión en extremo dramático decorado con escenas amenazadoras. Su filmografía cuenta más de veinte trabajos, algunos muy trascendentes que incluso, le han sido reconocidos con la Palma de Oro. Particularmente existen dos cintas de Von Trier que destaco por su estética visual y temática: Dogville y Manderlay, ésta última, exhibiéndose en algunas salas de la Ciudad de México en este momento.

El argumento de estas historias pone sobre la mesa aspectos fundamentales y sórdidos de la condición humana. Retrata abusos, humillaciones; además se permite jugar con la moralidad cual si ésta fuera una masa que puede cambiar de forma según los diferentes tiempos y escenas.

Visualmente Dogville y Manderlay, proponen nuevos universos y rompen esquemas dentro de la industria cinematográfica contemporánea. Ambos títulos fueron rodados dentro de un set neutro, en cuyo espacio no existen puertas ni paredes; únicamente unas líneas pintadas en el piso permiten instalar límites a los espacios y dar referente de las condiciones del entorno.

Estos dos trabajos comparten lazos de continuidad, sin embargo, pueden ser entendidos de manera individual. Claro que en cualquier caso, las historias exigen tal atención que en ocasiones no hemos digerido un diálogo, una escena, un movimiento de cámara, cuando ya tenemos el siguiente gritando para ser atendido.

Los últimos días del año están transcurriendo, y dentro de este cierre de ciclos, creo muy valida la consideración y recuento de aquellas películas que miramos a lo largo de estos doce meses. Por eso creo que Manderlay representa una muy buena manera de cerrar ese conteo.
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Por Carlos Alberto Ruiz

2 comentarios:

Anónimo dijo...

mi pregrunta es si ya viste la peicula de la naranja mecanica?
me gustaria saber tu opinion, ya que sabes de esas cosas . . .

Carlos Alberto Ruiz dijo...

Vi Naranja Mecánica de adolescente, y en realidad no es una película que me mueva mucho, quizás porque nunca pude mirarme en alguno de sus personajes o no la pude sentir del todo. Conozco a mucha gente joven que está interesada en esa cinta por múltiples razones, representa un trabajo muy importante a lo largo de la historia del cine mundial, y claro, su director, Stanley Kubrick, es un hombre que ha influenciado a muchos cineastas de nuestra actualidad. Pero estoy convencido de que eso de los gustos es totalmente subjetivo. ¿Tú qué opinas?
Por cierto, cuál es tu nombre.
Carlos Alberto Ruiz